EL NOVIAZGO EN LA ADOLECENCIA
pero antes de iniciar con el tema que es el noviazgo:
El noviazgo es la condición de los novios, es decir, una relación amorosa mantenida entre dos personas con la posible intención de matrimonio o engañar a la dicha pareja. [2] es un proceso por el cual dos personas desarrollan una asociación íntima más allá de la amistad. Se puede llegar a tener hijos si no usan protección
Los novios suelen utilizar para sí mismos distintos apelativos cariñosos, como «querido» o «querida», «cariño», «amor» o «mi amor», «vida» o «mi vida», «prenda», «maga» o «maja», «reina» o «rey mío» o simplemente puras mentiras , muy a menudo en diminutivo o acompañados del posesivo. Por cierto a quien quiera editar la información adolescente esta mal escrito en el titulo, le pusieron adolescente
En la adolescencia, el mundo se abre de una manera diferente para los y las jóvenes y muchos aspectos se vuelven sumamente atractivos: la libertad, la autonomía, el sexo opuesto, el amor…
En esta edad se vivencia el primer amor, ese amor que llevamos prendado a nuestros recuerdos, y sentimos que nos “enamoramos” no una, sino muchas veces. Esta sensación es maravillosa, de adultos la seguimos experimentando, y es uno de los estados más sublimes que puede vivir un ser humano.
Pero el enamoramiento es una experiencia que debe vivirse de manera consciente, lo cual resulta sumamente difícil cuando se tiene 13 o 14 años. Resulta contradictorio afirmar que el enamoramiento (lo cual alega a emociones) debe vivirse de una manera deliberada; sin embargo, es necesario que las personas distingan las repercusiones de una ilusión pasajera y las de un verdadero amor
El noviazgo es la condición de los novios, es decir, una relación amorosa mantenida entre dos personas con la posible intención de matrimonio o engañar a la dicha pareja. [2] es un proceso por el cual dos personas desarrollan una asociación íntima más allá de la amistad. Se puede llegar a tener hijos si no usan protección
Los novios suelen utilizar para sí mismos distintos apelativos cariñosos, como «querido» o «querida», «cariño», «amor» o «mi amor», «vida» o «mi vida», «prenda», «maga» o «maja», «reina» o «rey mío» o simplemente puras mentiras , muy a menudo en diminutivo o acompañados del posesivo. Por cierto a quien quiera editar la información adolescente esta mal escrito en el titulo, le pusieron adolescente
En la adolescencia, el mundo se abre de una manera diferente para los y las jóvenes y muchos aspectos se vuelven sumamente atractivos: la libertad, la autonomía, el sexo opuesto, el amor…
En esta edad se vivencia el primer amor, ese amor que llevamos prendado a nuestros recuerdos, y sentimos que nos “enamoramos” no una, sino muchas veces. Esta sensación es maravillosa, de adultos la seguimos experimentando, y es uno de los estados más sublimes que puede vivir un ser humano.
Pero el enamoramiento es una experiencia que debe vivirse de manera consciente, lo cual resulta sumamente difícil cuando se tiene 13 o 14 años. Resulta contradictorio afirmar que el enamoramiento (lo cual alega a emociones) debe vivirse de una manera deliberada; sin embargo, es necesario que las personas distingan las repercusiones de una ilusión pasajera y las de un verdadero amor
Esta se compone de muchos tipos de relaciones o tipos de amor según el sentimiento de cada adolecente que se pueden encontrar durante una relación llevada a cabo durante la adolescencia:
Relaciones sexuales
Una de las decisiones más comunes entre los y las adolescentes que creen haber encontrado al “amor de su vida”, es iniciar las relaciones sexuales. Cada día los y las jóvenes inician sus prácticas sexuales a más corta edad, y muchos lo hacen por miedo a perder a la persona amada. Sin embargo, la vida íntima es una extensión del amor verdadero, y éste difiere mucho del amor inmaduro que se experimenta en el enamoramiento.
De esto deriva la importancia de que los y las adolescentes comprendan que su vida sexual debe postergarse hasta el matrimonio, pues asumir esta responsabilidad cuando no se está preparado para ello, acarrea consecuencias poco placenteras para los involucrados. Los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual, el SIDA, los abortos y sus secuelas se encuentran a la orden del día.
Otra de las decisiones aceleradas es el matrimonio. Algunos jóvenes enamorados creen haber encontrado a la persona perfecta, aquella con quien nunca tendrán discusiones ni conflictos, la que nunca les hará sentir mal y con quien compartirán todos los aspectos de su vida; bajo este velo de fantasía el matrimonio aparece como el próximo paso a seguir.
Sin embargo, un enlace matrimonial no debe llevarse a cabo con fundamentos únicamente ilusorios y emocionales, pues como ya se anotó, las emociones son fluctuantes y cambian según las circunstancias. Los y las jóvenes que contraen matrimonio por estar “locamente enamorados”, usualmente terminan en divorcio.
La cotidianidad, los problemas económicos y familiares, las discrepancias en cuanto a la disciplina y educación de los hijos, y muchos otros conflictos acabarán con la imagen idealizada de la pareja; ya no será la persona perfecta, sino que se verá como el ser humano con defectos que es, y probablemente esta nueva imagen no provoque el mayor agrado.
El amor inmaduro
Ahora veamos ciertas características del amor inmaduro. En primer lugar, es egocéntrico, busca el beneficio y la satisfacción propia. Dos personas enamoradas, desean estar todo el tiempo juntas, necesitan sus llamadas constantes y no conciben su vida sin su “media naranja”; y aunque esto parezca muy romántico, lo que enmascara es la necesidad de compañía, revela el deseo que tenemos los seres humanos de ser una persona significativa e indispensable en la vida de otros.
Asimismo, el enamoramiento comprende una ilusión pasajera pues se basa exclusivamente en emociones, y éstas son dinámicas, cambian según las circunstancias y se modifican a través del tiempo. Por esta razón, se vuelve casi imposible mantener la intensidad inicial a lo largo de la relación.
Según lo expuesto hasta ahora, el enamoramiento pareciera ser un estado no muy positivo… ¡todo lo contrario! Estar enamorado es una de las mejores experiencias que puede vivir el ser humano, el problema radica en confundir ilusión con amor y tomar decisiones precipitadas, y muchas veces inadecuadas
"Amor verdadero"
Ahora bien, si estar enamorado no es suficiente para sostener una relación ¿qué más se necesita? Algunos jóvenes (y adultos también) necesitan comprender que lo que diferencia las relaciones triunfadoras de las no exitosas, se llama amor verdadero. Este tipo de amor, se caracteriza porque no es egocéntrico, no hiere ni lastima, y quizá lo más importante: pone a prueba las emociones.
El amor maduro se desarrolla a lo largo del tiempo, con la convivencia mutua, en los tiempos de prosperidad y en los tiempos de calamidad. Se inicia con el enamoramiento, pero al pasar este “encantamiento”, se comienza a amar la esencia de la persona, no su belleza física ni su popularidad, se aman sus defectos y virtudes, se le respeta en momentos de discrepancia, se le escucha en medio del agobio; en resumen, se le ama cuando parece imposible amarle.
No se trata aquí de decir que los y las adolescentes no saben amar, de sin duda una de las etapas más bonitas del ser humano. Es una relación transitoria entre un hombre y una mujer, la cual les brinda la oportunidad de conocerse más afondo para decidir, en un determinado momento, pasar a la siguiente fase que es el matrimonio. En el noviazgo se pasa de la mera simpatía o del simple “gustarse” a una relación de mayor conocimiento y que a su vez debe estar inspirada por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza. Existe muchos tipos de noviazgo, algunos se viven como un juego, otros son más cercanos y profundos.
La experiencia demuestra que es mejor que sea breve, entre un año a dos años y medio máximo; más no porque después ya se vuelve una costumbre o se rebasan los límites, convirtiéndolo en algo diferente y no tan satisfactorio.Pero muchos adolescentes confunden sentimientos de amistad y amor, queman etapas sin saborear bien lo que es una auténtica amistad y no dan tiempo para que ésta dé frutos. Piensan que porque se entienden bien con su nueva amistad tienen que ser novios. Lamentablemente la mayoría de los adolescentes no poseen un concepto claro del noviazgo, ya que de acuerdo a la situación real de la sociedad este se toma como algo ligero y un entregarme a vivir lo que siento en el momento.Para algunos es una relación que se da a partir de una atracción (que debe existir en todo noviazgo) y revolotear de emociones que exigen ser respondidas, pero que no va más allá de esto y en lo cual se fundamenta para dar los argumentos suficientes y establecer así una relación de “noviazgo”.
cabe resaltar que las relaciones de “noviazgo” en los adolescentes es más una ilusión, y un experimentar las primicias de sentimientos de amor de una forma diferente, que un verdadero amor o lo que realmente significaría tener un noviazgo, debido a que para decir que se ama es cuando realmente se tiene una definición clara de lo que significa amar.Sin embargo estudios recientes comentaron que el número de personas que sufren violencia dentro del noviazgo en la adolescencia está en aumento. La Cámara Nacional de la Mujer realizo una encuesta entre jóvenes de 15 a 18 y en esta comentaron 5 de cada 10 que han sufrido violencia en el noviazgo en al menos una de sus relaciones.
En muchos un problema durante el noviazgo es la violencia durante este.
La violencia en el noviazgo se define como todo ataque intencional de distintos tipos, como: sexual, físico o psicológico, de un miembro de la pareja contra el otro en una relación de noviazgo con el objetivo de controlar, dominar a la persona o sentirse superior en la pareja. Una relación con estas características suele denominarse noviazgo violento.
Es común que en este tipo de relaciones se tienda a caer en círculos viciosos de los cuales es difícil salir, puesto que el agresor tiende a estar arrepentido del acto cometido. Este es el motivo por el cual suele pedir disculpas, se comporta de manera cariñosa tratando de enmendar el error, alega que no volverá a pasar o que el otro lo provocó y el agresor no quería; aunque tiempo después vuelva a cometer el mismo acto violento.
En la mayoría de los casos de violencia física en el noviazgo tiende a presentarse síntomas menores como el maltrato emocional o el psicológico, pidiendo cambios ya sean físicos o conductuales que al agresor le disgusten, como puede ser el caso de la vestimenta, amistades entre otras. Después de haber obtenido resultados con el maltrato psicológico o emocional suelen pasar al maltrato físico leve, que podría ser, dependiendo el caso, tirones, jalones de cabello o de brazos, arañazos, etc. Prosiguen con el maltrato físico moderado, golpes, bofetadas, patadas, etc. Es común que este tipo de conductas sean arrastradas hasta el matrimonio, donde dejan de ser una agresión moderada para pasar a ser un maltrato físico crónico, corriendo el riesgo de ser golpeados con brutalidad, al extremo de tener que necesitar atención médica, incluso provocando la muerte.
Esta temática se inscribe dentro de la violencia en las relaciones de pareja, pero se limita típicamente a parejas no convivientes, sin hijo(s) en común, no unidas por lazos económicos o instituales, en general adolescentes o adultos jóvenes. En el caso de parejas heterosexuales, se inscribe dentro de la violencia de género.
El concepto se ha forjado como temática de estudio específica por ser un precursor de la violencia doméstica violencia en el contexto de un matrimonio.
Esto es, estudiando los orígenes de la violencia en parejas casadas, en general mucho más grave y evidente, se llega a la conclusión de que ésta proviene de una violencia más sutil e invisibilidad en la época de noviazgo. Los esfuerzos de los especialistas orientados hacia la prevención de la violencia doméstica se orientan, en parte, hacia la detección de las primeras señales de violencia que se manifiestan en esta primera época de vida de la pareja unida por primera vez.
durante los noviazgo en la adolescencia también se pueden presenciar embarazos no deseados
El embarazo no deseado (también denominado embarazo no previsto, no querido, no planeado, no planificado, no intencional, inesperado, imprevisto o inoportuno) es aquel que se produce sin el deseo y/o planificación previa y ante la ausencia o fallo de salud reproductiva de la OMS, la mujer puede continuar con la gestación y llevar a término el embarazo o, si la legislación vigente del país o territorio lo contempla, practicar una interrupción voluntaria del embarazo o aborto inducido, ya sea mediante un aborto con medicamentos o un aborto quirúrgico, dependiendo del periodo de gestación y siempre con la asistencia sanitaria adecuada.[1]
En todo el mundo, el 38 % de los embarazos son no deseados, el 21 % de ellos se da en adolescentes (de los cuales entre el 30 y el 60 % terminan en un aborto); unos 80 millones de embarazos no deseados cada año de un total de 210 millones de embarazos en todo el mundo.
ABORTO
Aborto espontáneo
El aborto espontáneo es un aborto no provocado intencionalmente. Es la muerte no deseada y expulsión de un embrión o feto antes de las semanas 20[5] o 24[6] del embarazo. Cuando la pérdida es posterior, ya se habla de muerte fetal.[5] Al criterio del tiempo gestacional, la Organización mundial de la Salud (OMS) añade como criterio el peso: debe pesar menos de 500 gramos. Sin embargo, este criterio ha de ser interpretado con prudencia, ya que a veces un feto de menos de 500 g. expulsado puede ser reanimado y sobrevivir.[7] Si falleciera posteriormente, se registra como muerte neonatal.[7] Se distingue el aborto precoz, cuando tiene lugar antes de las 12 semanas de gestación, y el aborto tardío, con 12 o más semanas.[7]
Los factores que pueden producir aborto espontáneo son muy variados: genéticos o cromosómicos del mismo feto, la exposición a toxinas ambientales, problemas hormonales de la madre, y otros como el tabaquismo, la drogadicción o el alcoholismo.[5]
Entre los signos y síntomas se encuentran el sangrado vaginal, el lumbago, dolor abdominal sordo, agudo o cólico o la presencia de coágulos que salen de la vagina. Todos ellos deben ser valorados por un ginecólogo[5] y muchas veces requieren de atención inmediata. Ante los síntomas, existen diversas pruebas y exámenes para verificar o prevenir este tipo de abortos, como son el ultrasonido vaginal o abdominal que ayuda a examinar el desarrollo del embrión/feto, los latidos cardíacos y la cantidad de su sangrado. En caso de aborto, es fundamental para la salud de la mujer comprobar si queda algún resto fetal o de tejido placentario en el útero. El producto expulsado debe ser analizado para determinar si la causa del aborto espontáneo es tratable y prevenirlo en el futuro.[5]
Aborto inducido
El aborto inducido es la finalización del embarazo mediante la eliminación de un embrión o feto antes de que pueda sobrevivir fuera del útero.[1] Puede tratarse de un aborto terapéutico cuando se realiza desde razones médicas, o de un aborto por decisión personal (interrupción voluntaria del embarazo[8]), cuando se realiza a petición de la mujer embarazada.
A su vez, según la técnica empleada para inducir el aborto, se puede hablar de aborto médico o de aborto con medicamentos[10] y de aborto quirúrgico.[11]
Dependiendo de los países, existen diversas legislaciones sobre el aborto inducido, desde aquellas que lo permiten con pocas restricciones por considerarlo como una ampliación de los derechos reproductivos hasta legislaciones que lo prohíben por considerarlo una forma de homicidio.
Aborto terapéutico
El aborto terapéutico es la interrupción provocada del desarrollo vital del embrión o feto (por lo que se trata de un aborto inducido), pero al que preceden razones estrictamente médicas. Entre estos motivos cabe si la salud de la madre (física o mental) se encuentra directamente comprometida con dicho embarazo o, en su caso, si la vida de la madre corre riesgo.
Aborto indirecto
El aborto indirecto es cuando se produce la muerte del feto en una intervención médica en que se deben cumplir dos condiciones:[1
- La intervención va destinada a salvar la vida de la madre embarazada en situaciones en las que ésta corre peligro cierto.
- La viabilidad del feto es nula según los conocimientos que se poseen sobre el caso o el trastorno.
No se equipara, pues, con el aborto terapéutico, ya que se produce en intervenciones médicas distintas del aborto en sí mismo, siendo éste una consecuencia derivada, no querida directamente, y por tanto, implica unas consideraciones bioéticas muy diversas al aborto inducido] Se considera aborto indirecto aún cuando el médico sabe que su intervención puede afectar al feto, pero de no intervenir, o de esperar a que el feto sea viable fuera del útero, tanto la madre como el feto resultarían muertos] Un claro ejemplo es el de la intervención en un embarazo ectópico.
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